quinta-feira, 19 de abril de 2012

EL PARADIGMA POLÍTICO DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA II

EL PARADIGMA POLÍTICO DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA II [Abril/2012] El factor gubernamental, como uno de los enfoques respecto a la estrecha relación que se percibe entre «bibliotecas públicas y política», se vincula y complementa con el factor ciudadano. Estas instituciones, como un servicio de bien común de primer orden (García y Sutherland, 2011, p. 14), pueden ayudar a potenciar el papel de las y los ciudadanos, sin los cuales resulta difícil hacer realidad la democracia en sus tres importantes dimensiones, esto es, como forma: 1] de Estado, 2] de gobierno y 3] de vida. Y sin el conjunto ciudadano democrático, asimismo, es imposible forjar y sustentar el carácter republicano en torno a esta forma política tridimensional que se entreteje cotidianamente. Por esto, en los escenarios políticos de la democracia y de la república se originan las bibliotecas públicas, tanto en la antigüedad y como en la modernidad. Es en estos cuadrantes políticos, como observamos alrededor del mundo y en los diversos ejes de tiempo y espacio, en los que ellas amplían su radio de acción en materia de colecciones y servicios. En este sentido, el personal bibliotecario, profesional y auxiliar, de esas instituciones bibliotecarias está hoy en día convocado y comprometido social y políticamente a estimular la construcción de ciudadanía. Como afirma Berkerman: “La política que practican las bibliotecas públicas es una consecuencia tanto de lo que son como de lo que esperan lograr” (1996, p. 2). De lo que son como instituciones políticas en el entramado de la estructura política del Estado y de lo que esperan alcanzar como instituciones sociales en el marco del proceso político de los gobiernos democráticos y republicanos. Como se aprecia en la literatura especializada, el factor político/gubernamental de la biblioteca pública converge en el factor político/ciudadano de esta institución de servicio público. Estado y gobierno, democracia y república son los principales elementos que confluyen en la estructura política en que nacen, crecen y evolucionan las bibliotecas públicas para servir al conjunto de ciudadanos, sujetos con derechos políticos y deberes cívicos. Derechos y deberes que demandan educación, información y conocimiento. Pero en otros trances de la historia, estos espacios bibliotecarios han tenido que convertirse en «bibliotecas políticas» no al servicio público de la ciudadanía sino al servicio gubernamental del Estado. Transfiguradas en bibliotecas públicas políticas en el sentido más amplio del concepto para sujetarse a demandas de adoctrinamiento con el objetivo de formar una población irreflexiva y chauvinista, tal como sucedió en tiempos de la Alemania Nazi (Stieg, 1992, p.21). Momentos históricos que nos permitirán reflexionar en otro rubro acerca del paradigma ideológico de esta institución bibliotecaria. Se piensa que es inevitable la participación de la biblioteca en el plano político porque la ubicación de este centro bibliotecario, dentro de la estructura gubernamental, está ligado con el proceso político inherente, insistamos, a la asignación del presupuesto requerido que el gobierno debe asignar para el eficaz funcionamiento del servicio de biblioteca pública (Beckerman, 1996, p. 25). Pero la participación de esta institución cultural no se reduce a este acotado escenario gubernamental, por el contrario, la participación política de ella alcanza la estructura social en que se mueven las personas en su condición de ciudadanos. En razón de esto se asevera: La biblioteca pública tiene un papel que desempeñar en el desarrollo de una democracia informada y educada. Los miembros de la profesión creen que el servicio de biblioteca pública sirve para extender la ciudadanía mediante el acceso a las ideas, a la información y a las obras de la imaginación que hacen posible la participación en la vida social y comunitaria. (Usherwood, 1996, p. 190). Es por esto que en el entrecruce de la democracia con la ciudadanía se estima que “... la biblioteca debería ser una prioridad en manos de un político o de un ayuntamiento que se dirija a sus ciudadanos” (Jornadas Biblioteca Pública y Políticas Culturales, 1997. p. 103). Si la democracia es una forma en donde cohabitan multiplicidad de valores culturales, cívicos, morales y otros; y si la república es una forma justa de gobierno porque está regida por políticas públicas sustentadas por la legislación creada en sus diferentes niveles orgánicos, estructurales y territoriales, entonces el espíritu político del Estado democrático-republicano se puede proyectar a través de la práctica que implica hacer realidad, entre el pueblo, el derecho a leer. Así, en el marco de una política bibliotecaria, con tendencia a ofrecer servicios de biblioteca pública que requiere las personas en su calidad de ciudadanos, se deben seguir contemplando apreciaciones como esta: Todas las naciones cultas han promulgado a esta fecha su ley de Bibliotecas públicas, creando un impuesto especial para su sostenimiento, o bien obligando a los municipios a dedicarles una parte proporcional de sus ingresos. Los Gobiernos han coincidido en apreciar que la lectura pública reúne todos los caracteres jurídicos necesarios para considerarse en derecho como un servicio público primordial para la vida del Estado. (Lasso de la Vega, 1934, p. 9-10). Palabras que corresponden al período político de la historia de España conocido como la Segunda República. Tiempo en que el servicio de biblioteca pública floreció en aquel país; etapa en la que el libro y la lectura figuraron como componentes importantes de la política cultural de un gobierno que se preocupó y ocupó por acercar al pueblo acervos y servicios bibliotecarios de carácter público. Observamos así que este tipo de biblioteca se convirtió, en ese contexto, en una necesidad política tanto para el pueblo como para el gobierno, es decir, para la organización de un sistema republicano como forma de Estado. En la esfera de la política del libro durante aquella Segunda República se valora: El nuevo Estado con la generalización de la lectura pública «republicana» pretendía asociar las bibliotecas con la democracia. Para que un ciudadano pudiera ejercer sus derechos y deberes libremente en un estado democrático debía tener a su disposición los medios necesarios para instruirse e informarse acerca del mundo que le rodeaba. La biblioteca fue un agente de socialización política del régimen en un intento de republicanizar a los ciudadanos del país, ya que puso a disposición de éstos numerosas publicaciones para elevar su formación intelectual y profesional, así como para facilitar el ejercicio de los nuevos derechos políticos adquiridos. Al mismo tiempo, mucho de estos libros contribuyeron a la difusión de los valores republicanos y democráticos (Martínez, 2003, p. 24-25). El servicio de biblioteca pública en los movimientos revolucionarios cobra realidad política mediante la acción que aspira a construir espacios de libertad pública para leer. La cultura bibliográfica en general y la cultura bibliotecaria pública en particular han formado parte importante de la trama de importantes revoluciones, como las acontecidas en Francia, Rusia, México y Cuba. Estos movimientos progresistas así han estado vinculados con la libertad de leer, la que se configura durante la instauración de contextos republicanos como una libertad política para elevar el nivel de ilustración del pueblo, con la finalidad que éste logre participar en los asuntos comunes; para que pueda interesarse en los asuntos públicos. Estos espacios tienen el brío de construir el componente ciudadano pues se reconoce en términos generales que: Las bibliotecas tienen el poder para producir (en palabras de S R Ranganathan) ‘la felicidad material, la alegría mental y el deleite espiritual’; son ‘instituciones sociales encargadas de la obligación de proporcionar los medios para la auto-educación perpetua de todos y cada uno’, y entonces contribuir a la circulación de ideas, al aprovechamiento del ocio, a las exigencias de la democracia, a la propagación de la alfabetización y al éxito de las empresas comerciales e industriales. Expresado de manera más radical, es cierto decir que las bibliotecas son instrumentos poderosos del cambio social y político. Expresado incluso más radicalmente, las bibliotecas existen para el bien de la libertad de pensamiento. (Thompson, 1974, p. 9-10). En esta contextura política, las bibliotecas públicas son tema tanto de aspiración republicana como de espíritu revolucionario; son materia tanto de proyecto ciudadano como de propósito democrático. Con base en esta percepción se ha llegado a valorar en ocasiones que “la biblioteca pública ha sido y se utiliza como un instrumento político para el cambio político y social” (Usherwood, 1996, p. 191). Aunque a veces también se ha usado como dispositivo político para el estancamiento o retroceso del Estado y de la sociedad, es decir, para favorecer el status quo de gobiernos nefandos. Las bibliotecas públicas en las dictaduras militares de América Latina durante el siglo XX es un ejemplo en este sentido. Razón por la que se infiere: Las bibliotecas públicas son un producto de la historia. Al igual que otras instituciones públicas, las bibliotecas públicas funcionan en el contexto de diferentes sistemas políticos. Debido a esto, hay diferentes puntos de vista en cuanto a su propósito político. Las bibliotecas públicas en todo el mundo son financiadas por los gobiernos de alguna descripción. La existencia de estas bibliotecas se encuentra en un entorno político que podría no ser del todo favorable para ellas. (Smith and Usherwood, 2003, p. 76). Hay periodos políticos que, en efecto, las bibliotecas están bajo ataque constante. Abundan los actos de censura que practican contra ellas los diversos aparatos del Estado y los grupos conservadores de la sociedad en ciertas atmósferas de represión e intolerancia. Esto es muestra que el poder de la biblioteca y el poder de la información documental se manifiestan paralelamente porque el binomio biblioteca-información es tanto un instrumento intelectual a disposición de la clase socialmente dominante como un recurso liberador disponible para la clase socialmente dominada. Es en este cuadrante dialéctico y antagónico que las bibliotecas públicas se distinguen en determinadas épocas también como “instrumentos de cambio social y político”, puesto que como “guardianes de la libertad de pensamiento, son bastiones de la libertad” (Thompson, 1974, p. 110); y son también baluartes de la igualdad y la justicia. Dicho de otra manera, en los Estados capitalistas las bibliotecas públicas coadyuvan ordinariamente al control social, puesto que su objetivo político general, acordado desde las esferas de la política cultural del Estado, es controlar el acceso a la información y, por ende, los hábitos de lectura del pueblo para así asegurar que tenga éste las habilidades necesarias que apunten a perpetuar el sistema social capitalista. Desde esta óptica política, esas instituciones son herramientas culturales de información bibliográfica para reproducir la economía capitalista, es decir, para beneficiar el stablishment constituido por el grupo dominante que detenta el poder del Estado. Aunque cabe reconocer que esta tendencia preponderante ha logrado, en ciertas épocas prerrevolucionarias y revolucionarias, revertirse a favor de las clases subalternas. En este sentido, esta naturaleza de biblioteca es producto también de la acción política del pueblo lector. Referencias Berkerman, Edwin. (1996). Politics and the American public library: creating political support for library goals. Landhm, Md.: The Scarecrow. García, June; Sutherland, Sue. (2001). Directores de biblioteca pública en la arena política. Barcelona: Fundación Bertelsmann. Jornadas Biblioteca Pública y Políticas Culturales (1997: Barcelona, España). La biblioteca pública: un compromiso político. Barcelona: Fundación Bertelsmann. Lasso de la Vega, Javier (1934). Política bibliotecaria. Boletín de Bibliotecas y Bibliografía. I (2), pp. 10-15 Martínez Rus, Ana. (2003). La política del libro durante la Segunda República: la socialización de la lectura. España: Ediciones Trea. Smith, Kerry; Usherwood, Bob. (2003). Public library politics: an internacional perspective. Australian Public Libraries and Informacition Services. 16 (2): 76-80 Stieg, Margaret F. (1992). Public libraries in Nazi Germany. Tuscaloosa: The University Alabama Press. Thompson, James. (1974). Library power: a new philosophy of librarianship. London: Clive Bingley. Usherwood, Bob. (1996). Public libraries and political purpose. En: Continuity and innovation in the public library : the development of a social institution. London : Library Association. pp. 189-209. Sobre Felipe Meneses Tello Cursó la Licenciatura en Bibliotecología y la Maestría en Bibliotecología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Doctor en Bibliotecología y Estudios de la Información por la (UNAM). Actualmente es profesor definitivo de asignatura en el Colegio de Bibliotecología de la Facultad de Filosofía y Letras de UNAM. En la licenciatura imparte la cátedra «Servicios Bibliotecarios y de Información« con una perspectiva social y política. Asimismo, imparte en el programa de la Maestría en Bibliotecología y Estudios de la Información de esa facultad el seminario «Servicios Bibliotecarios para Comunidades Multiculturales». Es Coordinador de la Biblioteca del Instituto de Matemáticas de esa universidad y fundador del Círculo de Estudios sobre Bibliotecología Política y Social y fue responsable del «Correo BiblioPolítico» que publicó en varias listas de discusión entre 2000-2010.

terça-feira, 17 de abril de 2012

BibLivre: uma base de dados alimentada por 4 PCs. Qual o procedimen​to?

[bibliofor​tce]
Ricardo ricardonasci2008@yahoo.com.br por yahoogrupos.com.br
11 abr (6 dias atrás)

para bibliofortce

BibLivre: uma base de dados alimentada por 4 PCs. Onde encontrar informações para o procedimento?
Estou inserindo dados no BibLivre no meu notebook. A partir da próxima semana receberemos 3 novos PCs. Qual o precedimento para alimentarmos uma única base de dados do BibLivre a partir de 4 máquinas? Já experimentei utilizar a mesma senha em outro PC, mas cada um cria uma base diferente.

Resposta:

No caso você precisa determinar qual computador será o servidor, ou seja, onde hospedará o biblivre e no caso todos os dados (base de dados) e este deverá permanecer ligado 24h ou então nas horas que vocês estiverem utilizando. A partir desta definição os outros computadores não precisam instalar o biblivre e sim acessar o endereço do computador que foi definido como servidor, trabalhando assim "online" numa rede local ou então dependendo de como for estruturado as pessoas poderiam ate trabalhar de casa e acessar o servidor para trabalhar. Com isso você pode/deve definir um usuário para cada pessoa e também pode restringir as ações que cada um pode fazer dentro do software.


__._,_.___

Qual software que me indicam para essa realidade?

Ricardo ricardonasci2008@yahoo.com.br por yahoogrupos.com.br
11 abr (6 dias atrás)

para bibliofortce



Olá colegas, trabalho numa biblioteca pública municipal, qual software que me indicam para essa realidade?

10 Respostas:

É preciso saber os seus processos. O que você necessita. Existem muitos softwares free e gratuitos (há diferença entre eles). Mapeando o seu setor ou a biblioteca saberás e assim poderás procurar aquele que atende a todas as suas necessidades...

Como foi colocado pela Stephanie, antes de tomar qualquer decisão, se faz necessário que faças um levantamento de necessidades até para saberes ao certo do que precisa.
De toda sorte, não custa nada dar uma olhada no ABCD: http://abcdbrasil.org/
Bom trabalho.

Gostaria de sugerir uma leitura, quem sabe não lhe abre alguns caminhos para solucionar o seu problema! Além disso você terá de ter um embasamento teórico na solicitação de qualquer software, não é mesmo!?
http://www8.fgv.br/bibliodata/geral/docs/software_livre_para_bibliotecas.pdf

Nossa realidade em bcas públicas sabemos bem, portanto a minha inclinação a um software gratuito tipo PHL. Mas vale a pena um levantamento mais apurado sim. Valeu a indicação dos textos

Eu Nunca trabalhei com o PHL, mas trabalho em uma biblioteca pública e entendo todas as dificuldades, eu aqui trabalho com o Sophia, que na época foi o melhor preço dentro do que eu precisava, ele não é perfeito, porém atende minhas necessidades. Acho que vale a pena levar em conta, tamanho de acervo, a comunidade usuária e quais tipo de serviço quer aprimorar ou criar com a implantação do software.

Eu trabalho com o PHL na versão paga, no modo livre eu usei em escola e biblioteca pública, ele tem muitas ferramentas, mais tem que estuda o manual para ver se ele responde as suas necessidades. Recomendo que abaixe o PHL e estuda sua viabilidade no seu local de trabalho. Segui o link.
http://www.elysio.com.br/.

Optamos por adotar o Koha, um softwali livre e muito robusto. Está traduzido 100% para o português e é o software livre mais completo que existe. Caso seja uma pequena biblioteca, uma boa Opção é o PMB, software livre francês bem completo, com tradução parcial para o português, mas que também é bem robusto e conta com um grande ecosistema de desenvolvimento.

Estou utilizando no momento o PHL. Tenho tido bons resultados dentro do que a biblioteca em questão necessita. Já utilizei o ACBD e também foi ótima a experiência. Assim como foi dito anteriormente pelos colegas acima, o importante é que você mapeie o setor para entender as necessidades.

Utilizo o PHL há 06 anos e sempre atendeu as minhas necessidades.
Utilizei em escritórios de advocacias e bibliotecas particulares.
Há um ano utilizei o software do SISBIBLI, no colégio em que trabalhei por que geralmente as instituições procuram ver a funcionalidade e intercâmbio entre os setores. Mas este software é muito precário.
Vale a pena você conhecer outros e verificar a sua viabilidade.

Comece a dar uma olhada nas informações sobre o Koha. Dá de 10 a 0 no PHL e é 100% aberto e gratuito. Dá um certo trabalhinho na instalação, mas você certamente não irá se arrepender. Vai por mim... Ele vem com um layout bastante interessante, mas se você quiser personalizá-lo, é só arrumar alguém na prefeitura que conheça um pouquinho de programação e rapidinho vocês colocam ele pra funcionar. Optando por ficar com o layout dele, é só definir com o pessoal da catalogação como será o preenchimento dos campos (ele trabalha em MARC ou UNIMARC) e correr pro abraço.

Fonte: Linkedin

segunda-feira, 16 de abril de 2012

Google revela Project Glass: os óculos futurísticos de realidade aumentada

Google revela Project Glass: os óculos futurísticos de realidade aumentada

Project Glass
A Google revelou ontem um projeto chamado "Project Glass", que se encaixa muito bem naquele tipo de tecnologia que você até então acreditava ser coisa de filmes de ficção, mas agora não sabe se fica muito empolgado ou com medo do futuro próximo.

O Project Glass é um óculos que utiliza a realidade aumentada, colocando no seu campo de visão diversos recursos que hoje precisamos do smartphone para realizar, como ver notificações, navegar pelos mapas, atender chamadas, entre outros. Veja o vídeo liberado no Google+ para entender melhor.

O projeto está sendo desenvolvido no laboratório do Google[x] e tem a sua frente três especialistas de diferentes área de atuação. Babak Parviz é professor da Universidade de Washington e já realizou trabalhos com lentes de contos inteligente; Steve Lee trabalha com o Google Latitude e novos serviços baseados no histórico dos usuários; e Sebastian Thrun, professor da Universidade de Stanford e parte da equipe que desenvolveu o carro autônomo do Google.

O Project Glass ainda está no início do seu desenvolvimento. Portanto, por mais que você queira se sentir como Tony Stark com uma interface projetada dentro do seu capacete de liga de titânio com ouro, não espere que ele se torne um produto real ainda neste ano. Por enquanto, ele é mais um conceito do que um produto.

Project Glass
A Google só liberou o vídeo conceito do Project Glass para ouvir os comentários e ideias dos usuários. Mas enquanto há comentários entusiastas e muitos que não podem esperar para ver isso nas prateleiras, há também ponderações sensatas como da revista Wired: Como fica a privacidade se qualquer um pode bater fotos com um piscar de olhos, sem ser percebido? Quais serão as implicações sociais dessa tecnologia? Como fazer um adolescente manter relações pessoais, enquanto notificações, fotos e e-mails pipocam bem em frente aos seus olhos?

Essas questões precisam ser levantadas e discutidas. A tecnologia deve evoluir para ajudar e melhorar as nossas vidas e não apenas pela evolução em si, como um fim. Ou senão, algo assim pode acontecer:

Fonte:http://www.tudocelular.com